Centro de Estudios Homeopáticos de Argentina
FARMA GREEN
Instituto Hahnemanniano Internacional
Unidad 10
Abordaremos los siguientes conceptos:
Qué se debe curar en el enfermo. Mecanismos de curación. Supresión y metástasis mórbida. Importancia de la correcta preparación de las dinamizaciones y formas farmacéuticas.
Qué se debe curar en el enfermo
Desde la Homeopatía, restablecer la salud no consiste en la eliminación de los síntomas, sino que, hasta que el individuo no se sienta completamente restablecido en su salud física y psíquica, no podemos hablar de curación. Para la Homeopatía la enfermedad es dinámica, inmaterial, y se manifiesta a través de los síntomas y signos individualizados, que nos permiten conocer el tipo de desequilibrio dinámico que presenta el paciente en su desequilibrio vital. Lo que hay que curar, en homeopatía, es la predisposición o terreno que lleva a contraer o padecer un determinado tipo de enfermedades. La homeopatía no pretende erradicar las enfermedades haciendo esfuerzos para eliminar a cada una de ellas por separado, ya que en esta ciencia tienen importancia fundamental los síntomas mentales de carácter homeopático. Por consiguiente para la homeopatía un individuo no está enfermo porque presenta síntomas de hipertensión, sino que presenta estas manifestaciones porque el individuo está enfermo.
Al no concebir la homeopatía unicista un nombre de enfermedad, sino un origen de la misma atribuido a una perturbación del principio vital energético, se entiende que Hahnemann halla propuesto un remedio inmaterial dinamizado para actuar sobre ese principio. No obstante ello, existen otros enfoques no vitalistas, sino de carácter biológico, los que utilizan dinamizaciones bajas para actuar no ya sobre el principio vital, sino que aprovechando el tropismo específico de determinados medicamentos desde una óptica biológica. Son los médicos que utilizan los medicamentos homeopáticos en medicina biológica.
Siempre, en última instancia, se ha de curar el plano mental que manifiesta el fondo y lo más profundo del padecimiento del ser humano que altera nuestra energía vital y la manera de reaccionar. Que el fin último sea esta curación profunda, no presupone que el médico, como profesional responsable del tratamiento, no pueda hacer otro tipo de intervenciones en resguardo de la salud y de la calidad de vida del paciente, haciendo estrategia terapéutica según el análisis de cada caso.
Mecanismos de curación
LAS LEYES DE CURACIÓN DE HERING
Desde el punto de vista homeopático EL CONCEPTO SE SALUD ABARCA TRES NIVELES INTERRELACIONADOS: FÍSICO, EMOCIONAL Y MENTAL. Una persona sana conoce la vitalidad física y la ausencia de los trastornos fisiológicos, la tranquilidad emocional y la claridad mental creativa. Los síntomas más graves afectan las partes profundas, más vitales de la persona.
La evaluación de nuestro estado general de salud,
de acuerdo con la homeopatía,
depende sobre todo de nuestro estado mental,
después de nuestro estado emocional
y por último de nuestro estado físico.
Desde determinados el enfoque terapéutico homeopático, no sólo interesa saber cómo evolucionó el síntoma por el cual fue inicialmente a consultar una persona; sino que también se necesita saber qué otras cosas han cambiado, para mejor y para peor, y si la vitalidad general de dicha persona ha aumentado o disminuido. Si por ejemplo, un trastorno cutáneo ha desaparecido, pero ha aparecido una infección renal, se deberá llegar a la conclusión de que la persona ha empeorado y por lo tanto falla el tratamiento. No se llega a la conclusión de que el paciente ha enfermado de otra cosa, porque ya sabemos que es el mismo desequilibrio de la energía que, al “tapar” un síntoma, debe manifestarse por otro lado.
Las experiencias realizadas con el tratamiento homeopático constitucional de fondo, han demostrado que tras la administración del medicamento apropiado, los síntomas correspondientes a los niveles más profundos de nuestro organismo mejoran siempre que los correspondientes a niveles más externos a menudo empeoran de modo temporal. Ello debe indicar que la curación comienza desde lo interior hacia lo exterior.
Constantine Hering, un homeópata alemán que emigró a los Estados Unidos en 1830 ordenó y codificó los detalles de las modificaciones más importantes acaecidos en los síntomas existentes con posterioridad al tratamiento. Los tres principios generales del proceso de curación homeopático son conocidos como las LEYES DE CURACIÓN DE HERING (Son leyes Naturales de la curación).
Según la primera de dichas leyes,
el proceso de curación avanza
desde las partes más profundas del organismo
(los niveles mental, emocional y los órganos vitales)
hacia las externas como la piel y las extremidades.
Una curación está progresando cuando los síntomas psicológicos de la persona disminuyen y los síntomas físicos que anteriormente habían sido suprimidos con medicamentos no homeopáticos, reaparecen pero de manera suave (por ejemplo si anteriormente una persona trató una ulcera con antiácidos, no reaparecerá la úlcera, sino una leve acidez o ardor que luego se irá). Eventualmente y ya que la curación es hacia el exterior, incluso los síntomas superficiales resultarán aliviados. De manera contraria, si los síntomas físicos mejoran, pero el estado psicológico empeora, el estado de salud total de la persona debería estar empeorándose. (Es por eso que a veces en ciertas enfermedades crónicas difíciles de tratar tanto para la homeopatía como para la alopatía, se le pregunta en la siguiente visita luego de haber indicado el medicamento, ¿Cómo está usted? Y si le dieran por ejemplo la siguiente respuesta: “El dolor en la rodilla no se me fue, pero yo igual estoy bien, ya no me pone tan mal y no me impide realizar mis cosas”, es indicio de que la curación estaría progresando.)
La segunda ley de Hering establece que,
a medida que el individuo va recobrando su salud,
los síntomas que alguna vez tuvo,
reaparecen y vuelven a desaparecer al revés
que su orden cronológico de aparición original.
Los homeópatas han observado que sus pacientes re - experimentan frecuentemente síntomas pertenecientes a trastornos pasados. El intervalo de tiempo que puede haber transcurrido, puede variar desde seis meses hasta diez o veinte años antes del tratamiento actual. Estas observaciones, desde luego, pertenecen más a pacientes tratados por enfermedades crónicas, pero incluso durante las enfermedades agudas, después de la administración del medicamento homeopático, se puede experimentar una vuelta atrás en el desarrollo de los síntomas.
Según la tercera ley de Hering,
la curación transcurre
desde las partes superiores del cuerpo
hacia las inferiores.
Por ejemplo, se considera que una persona está mejorando si el dolor articular que presentaba en el cuello ha disminuido aunque ahora tenga el dolor en las articulaciones de los dedos.
Como los síntomas varían de acuerdo con las leyes de Hering, es normal que cada síntoma anterior reaparezca suavemente una vez iniciado el tratamiento. Estos “agravamientos” son bienvenidos por los homeópatas experimentados, ya que se corresponden con una mejoría de los síntomas en los niveles más profundos, que son los de más reciente aparición y los superiores del cuerpo.
Si la curación está teniendo lugar en realidad,
el paciente se siente más fuerte y mejor en general,
a pesar de la reaparición suave de antiguos síntomas.
Es más, los síntomas de agravamiento pasan y dejan a la persona más sana en todos los niveles.
Las leyes de Hering son una herramienta de extremado valor en el estudio de la salud, ya que proporcionan un modo de evaluar el estado general de la salud de una persona, no solamente de sus principales dolencias. Algunas veces, sin embargo, los tres fundamentos de las leyes de Hering aplicados a un paciente pueden no coincidir con el comportamiento clásico. Por ejemplo, los síntomas pueden dirigirse desde dentro hacia fuera de acuerdo con la primera ley, pero también puede dirigirse hacia arriba, violando la tercera ley. CUANDO EL CURSO DE LA CURACIÓN SEA DIFÍCIL DE INTERPRETAR, EL JUICIO FINAL DEPENDERÁ DE SI LA PERSONA EXPERIMENTA UN AUMENTO GENERAL DE AUSENCIA DE ENFERMEDAD O NO. Una aparente violación de una ley puede ser insignificante si los síntomas que se empeoran son de menor importancia. Es más importante que se cumplan las otras leyes y que mejore el estado general de la persona.
No sólo los homeópatas han observado la existencia de estas leyes, los acupuntores han atestiguado aspectos de estas leyes durante miles de años. Los psicoterapeutas que emplean diversas terapias naturales, también han confirmado este fenómeno.
La utilización principal de las leyes de Hering será para saber si se ha iniciado el tratamiento con el medicamento correcto. En las situaciones agudas la respuesta curativa homeopática es normalmente rápida y completa, y la modificación de los síntomas mientras siguen las leyes, frecuentemente será rápido de conocer. Cuando se dude de la respuesta obtenida, es cuando se recurre a considerar los cambios en los síntomas de acuerdo con las leyes de Hering.
Resumiendo: LEYES DE CURACIÓN DE HERING
.de arriba hacia abajo.
.de adentro hacia fuera.
.los síntomas se curan de manera
inversamente proporcional
a la forma de aparición.
Los síntomas (incluidos los de carácter psicológico) son interpretados por la homeopatía, como medios por los que el cuerpo-mente trata de adaptarse (o adecuarse) a diversas agresiones internas y externas, a estas agresiones las denominamos NOXA, y si es cierto que los síntomas son mecanismos de defensa del organismo, el suprimir dichos síntomas constituiría un acto absurdo. iremos adelantando que:
el tratamiento homeopático consiste
en ir en el mismo sentido que los síntomas,
estimulándolos con microdosis en lugar de suprimirlos.
LAS NOXAS: son influencias, actos nocivos o perniciosos que, al actuar en un terreno susceptible desencadenan trastornos en el individuo.
¿Por qué el tratamiento Homeopático consiste en ir en el mismo sentido que el síntoma? :
Porque los síntomas son un mecanismo natural de defensa. Sabemos cómo penetran o cómo se comportan las agresiones que originan nuestras enfermedades, pero a menudo ignoramos cómo “sale desalojada” la enfermedad; y más aún, suele ignorarse que la “enfermedad”, de alguna manera, “sale del organismo”.
Considerando a los síntomas como defensa:
“Todos los emuntorios son partícipes y la noxa es desalojada por la orina, las heces, la respiración, el aliento, el moco nasal, uretral o vaginal, el conducto auditivo, las lágrimas, los bronquios, el sistema piloso, las uñas, la piel por entero, la temperatura (fiebre), etc. Cuando los emuntorios son “tapados” por una terapéutica intempestiva que limita o inhibe sus manifestaciones, el organismo los crea nuevamente produciendo úlceras, tumores, calculosis, etc. Es por ello que no resulta aconsejable “cortar” la fiebre, la diarrea, el sudor molesto abundante, la fluxión nasal, la tos, etc. Todo esto debe ser controlado y ayudado pero jamás suprimido, pues en este caso la naturaleza buscará otras salidas de descarga”.
Supresión y metástasis mórbida:
Cuando eliminamos un síntoma o síndrome con un medicamento, y es seguido por otra manifestación de síntomas que afecte a un órgano más importante, se dice que hemos realizado una supresión; se deduce como consecuencia que el medicamento ha sido mal indicado y solo fue utilizado para eliminar, “silenciar” ese síntoma pero no logramos una mejoría general del estado de salud del individuo y de su plano mental.
Según el Dr. Francisco Xavier Eizayaga, “llámase supresión mórbida la paliación, inhibición o desaparición de una parte de los síntomas de un paciente por agentes medicamentosos no homeopáticos o por medios, circunstancias o procedimientos terapéuticos externos”.
Asimismo, respecto a la “metástasis mórbida”, expresa: “...dos conceptos muchas veces confundidos pero que están relacionados: mientras que supresión significa la consecuencia de los tratamientos de los efectos, no de sus causas, la metástasis implica la transferencia de un proceso patológico de un órgano o parte del cuerpo a otro no directamente conectado con él, pero habitualmente localizado en una región orgánica más profunda y grave u orgánicamente más vital”.
El Dr. Francisco Xavier Eizayaga cierra el tema con las siguientes palabras: “entretanto, mientras no sean presentadas o comunicadas pruebas convincentes, no estamos obligados a aceptar ni la metástasis de diferente etiología de la medicina oficial ni la presuntivamente producida por el medicamento homeopático parcialmente semejante”.
Importancia de la correcta preparación
de las dinamizaciones y formas farmacéuticas:
Queda claro que para producir el efecto esperado por el médico homeópata en un paciente, para sensibilizarlo de tal forma que reaccione positivamente frente a sus síntomas no solo es necesaria una buena prescripción, sino que se hace fundamental una correcta preparación del medicamento homeopático respetando sus delicadas reglas y condiciones de conservación. No siempre se ha procedido así, y este es el motivo por el cuál los médicos homeópatas cuando conocen sobre alguna Farmacia respetuosa de los procedimientos propios de la Homeopatía, le informa a sus pacientes que se dirijan a ella a proveerse de los remedios, esto no constituye dirigismo de recetas con finalidad económica sino simplemente es un hecho que viene ocurriendo debido a que pocas son las Farmacias conocedoras de la correcta preparación, conservación y dispensación del medicamento homeopático.
Si bien este es un tema que se suele solicitar en los programas de los cursos de Farmacotecnia Homeopática, la importancia de la correcta preparación de las dinamizaciones y de las formas farmacéuticas homeopáticas, no es diferente a la importancia de la correcta preparación de los preparados magistrales habituales o de la correcta dispensación y atención farmacéutica de un paciente. La correcta preparación, elaboración, buenas prácticas, conservación y dispensación, constituyen la misma profesión.